Un reto gigante en mi carrera el de dar forma, guión y edición, a varias jornadas de grabación hechas en Ucrania por un equipo de El País elaboradas sin una intención previa ni un guión pre establecido. Sumergirme durante semanas en horas de material y entrevistas para tratar de montar un puzzle completo y que reflejase fielmente los estragos cotidianos de la guerra en la gente común ha sido uno de los trabajos de los que más orgulloso me siento.